miércoles, 6 de junio de 2012

¿Y si la cuenta corriente la cuidamos entre todos?


Hace unos meses asistimos a determinadas medidas restrictivas  que el gobierno viene llevando adelante con respecto al sector externo.

La siguiente nota, tiene como fin aclarar algunas cuestiones que están fuera del análisis periodístico, económico y social (preferentemente de los sectores indignados con estas restricciones).

En primer término es interesante aclarar que puede entenderse como cuenta corriente al saldo de las operaciones en divisas de nuestro país con terceros países.

Esto quiere decir que nuestra cuenta corriente, medida en divisas (en este caso dólares), es igual a la cantidad de dólares que ingresan al país, menos la cantidad de dólares que egresan.

En tal sentido podríamos decir que los motivos por los que ingresan dólares a nuestro país y una ponderación estimativa son los siguientes:

1.- Exportaciones, ponderación (sobre el total alta) y su composición aproximada es (MOI 34%, MOA 32%, Materias primas sin elaborar de origen agropecuaria 21%, Minería y energía 13%)*.

2.- Remesas de ciudadanos Argentinos en el exterior (muy baja).
3.- Dividendos de empresas Argentinas en el exterior (muy baja).
4.- Turismo de extranjeros en el país (baja).

De igual forma podríamos enumerar los motivos por los que  egresan dólares de nuestro país y que son los siguientes:

1.- Importaciones de los cuatro rubros anteriormente mencionados, cuya ponderación en el total es alta.
2.- Pago de servicios de deuda y capital, (ponderación media alta).
3.- Dividendos de empresas extranjeras en el país (ponderación media alta).
4.- Turismo de Argentinos en el exterior (Ponderación media).
5.- Fuga de divisas al exterior, Ponderación media, (constitución de activos en el exterior).
6.- Remesas de extranjeros en el país (Ponderación Baja).

Es interesante destacar que si bien, no es un mecanismo de remisión al exterior opera como tal, al sustraer del flujo normal de divisas en el país, la compra de dólares con fines de ahorro de sectores de clase media en general, y de algunos sectores bajos con ciertos excedentes.

Dicho esto resulta interesante destacar, que de las vías de ingreso de divisas, antes mencionadas, que son las que podríamos denominar legítimas (debido a que todas se originan directa o indirectamente en el trabajo Argentino), la única de importancia es la de las exportaciones.

Pero en realidad esta no es la única fuente de divisas que el país puede utilizar, existen dos fuentes alternativas, una son las reservas del banco central, que podríamos denominar ahorro interno en divisas, la otra fuente es recurrir al endeudamiento  externo.

Algunas observaciones generales.

Lo primero que interesa resaltar es que desde hace 9 años el país tiene un balance comercial positivo, esto es la diferencia entre las exportaciones y las importaciones, incluyendo algunas restricciones al comercio exterior leves, operadas en el 2009 y 2010.

Por lo cual se puede inferir que el comercio exterior no fue un problema para el mantenimiento de la cuenta corriente (con saldo positivo), aunque por varios motivos esta tendiendo a achicarse, entre estos motivos estan principalmente las consecuencias de la crisis internacional y la baja del nivel de actividad de los principales países compradores de los productos Argentinos (principalmente Brasil y China y en menor medida Europa y EEUU).

Lo segundo también de importancia, es que después de varias décadas los servicios de la deuda y el capital, dejaron de ser una restricción importante.
Esto se debe a la disminución de la relación con el producto, debido al intenso crecimiento que se opero en el PBI Nacional, y por otro lado a lo beneficioso que resulto la renegociación de una parte considerable de la misma.

Se suma a esto que en los últimos años una parte considerable de la deuda paso de sectores privados internos y externos a sectores intrapublicos, es decir Anses, Banco Central y Banco Nación, por lo cual su renegociación resulta mas fácil y útil según las necesidades del país.

Lo terceros a remarcar, es que debido al alto nivel de extranjerización de la economía, sumado a alto nivel de crecimiento económico, las remisiones de utilidades y dividendos de las grandes compañías trasnacionales aumentaron considerablemente y hoy casi igualan los giros por pago de servicios y capital de la deuda.

El cuarto punto importante es que históricamente los sectores concentrados de la economía nacional, preferentemente la oligarquía agroexportadora, fue y es por definición fugadora de divisas, esto se suma a otros sectores de clase alta, con tendencia a la constitución de activos en el exterior. Un caso emblemático ocurrió el año pasado,  cuando una muy conocida conductora de tv, con un contador ingenioso pero un tanto torpe, intento comprar 2 millones de dólares (de forma poco transparente), seria interesante un replanteo como sociedad, si esa señora nos aporta una cantidad de diversión o entretenimiento suficiente mediante su torpeza e ignorancia, para obtener ese ingreso de parte de la sociedad en su conjunto, creo que nos deberíamos preguntar que estamos premiando.

A veces nos indignamos con las personas pobres que reciben 1200 pesos del estado y no hacen nada o hacen poco, pero los verdaderos parásitos del sistema obtienen millones por hacer lo mismo o menos y pasan inadvertidos.

Es interesante destacar, que según economistas heterodoxos **, el ahorro total nacional, suma del ahorro publico, mas el ahorro privado, es del orden del 30% del producto.

Pero en un mundo en crisis cuya desocupación en diferentes centros desarrollados va en aumento, el estancamiento y la receción siguen en aumento, esto se traduce en 2 hechos que no podemos ignorar, esos países consumen menos productos importados por ellos, entre los cuales están los productos de exportación Argentinos, pero también consumen menos productos de su propia producción, que se traducen en saldos exportables, que presionan para ingresar en terceros países.

Podemos afirmar rotundamente que esos excedentes, no tendrán posibilidad de ser colocados en los países pobres de Africa, o en los otros países en receción, sino que serán direccionados a aquellos mercados que se encuentran en crecimiento.

Por lo cual, los países en desarrollo, que hoy están motorizando el crecimiento mundial son el destino ideal para ello. Mal que les pese a los pesimistas por elección o por conveniencia, locales o del exterior, Argentina es uno de esos países en crecimiento constante a un promedio superior al 7% anual desde el 2003, y con excedentes para ser ahorrados e invertidos o consumidos, que se corresponden con el 30% de PBI antes mencionado.

Por lo cual la cuenta corriente esta siendo presionada por dos frentes de importancia que debemos analizar.

El primero es la presión de parte de los excedentes productivos del mundo desarrollado en recesión, y de los países que proveen a estos países (los tornillos o las memorias para PC (por poner algunos ejemplos), que China no le puede vender a España o a Grecia o a Italia, a alguien va a tratar de vendérselos), para poder ingresar a nuestro país.

El segundo es la demanda de dólares de sectores medios, en todos sus niveles para ahorro, en parte por fenómenos culturales que superarían su desarrollo las intenciones de esta nota, pero que tienen origen en las sucesivas devaluaciones que el país sufrió desde mediados del sigo XX, hasta principios del XXI, y que por otro lado, se potencian con las corridas fomentadas por los grandes medios de comunicación, como la vigente actualmente.

Entendiendo todo lo anteriormente expuesto, la idea a transmitir es que los Argentinos, aquellos que no queremos que fracase el modelo vigente, ni necesitamos que otros sectores del país estén peor que nosotros para sentirnos exitosos, evaluamos, en la medida de nuestras posibilidades, de que manera podemos contribuir a la protección de la cuenta corriente, simplemente, entendiendo lo anteriormente descripto y, suprimiendo consumos que no son necesarios, o bien reorientando algunos en beneficio de bienestar general.

Resumiendo lo antedicho, podemos afirmar que Argentina, no impreme Dolares, por lo cual los dolares necesarios para, giro de dividendos, pago de servicios y capital de la deuda e importación de insumos y bienes necesarios, solo deberia salir de un saldo comercial positivo.
Gastar las reservas y/o endeudarse, solo para que un sector minoritario realice, malas inversiones, o para pagar la importación de bienes innecesarios es un desproposito, mas aun entendiendo, que las consecuencias de un malgasto de reservas o un progresivo endeudamiento, lo pagaran las futuras generaciones.


En esta línea, algunas propuestas sobre como podemos cuidar el saldo de divisas desde nuestra vida diaria es:

1.- Recientemente se dio la nacionalización del 51% de las acciones de YPF, en parte por el déficit energético que se verifico en el 2011, esto implica que Argentina consumió mas combustibles de los que produjo.

Entendiendo que el 60% de la energia electrica en nuestro país es térmica, es decir, se produce quemando Gas oil, fuel oil y gas, todo cuidado de la electricidad, no dejando artefactos prendidos, luces prendidas, cambiando lámparas convencionales por bajo consumo, etc, redundaría en un menor consumo general de hidrocarburos o derivados  lo que impactaria favorablemente en el saldo de la balanza energetica.
Esto no solo redunda en la mejora de la cuenta externa planteada, sino que seria una acción ecológicamente sustentable y sumado a que, a nivel usuario, implica directamente una disminución del pago de la cuenta de luz.

Tambien tender a consumir hoy combustibles de YPF en lugar de las otras petroleras redundaria en un menor giro de divisas al exterior en concepto de ganancias y dividendos.

De igual forma evitar ir al kiosco de la vuelta o al almacén de 3 cuadras en auto, para comprar cigarrillos o un paquete de azúcar, también sumaria.

2.- Evitar la compra de productos importados que no son determinantes ni para nuestro nivel de satisfacción ni de consumo (aunque creamos que es así, debido al fascinante mundo del marketing) y que en el país no se producen (El chocolate, el Café, las bananas entre otros son mayoritariamente importados), debería hacerse extensivo a todo lo que este a nuestro alcance.

3.- Direccionar el consumo a empresas productoras locales, para ejemplificar, cada compra de una botella de alguna de las bebidas cola mas famosas, implica que un porcentaje de esa compra, se convertirá en divisas giradas al exterior en concepto de dividendos.
Y pensando seriamente, no podemos decir que la compra de un litro de agua azucarada con un extracto de hierbas, al mismo precio que un litro de nafta, es de suma necesidad para nuestra vida o nutrición.

Deberíamos empezar a dejar de sentir que nuestros derechos se verían coartados por el simple hecho de no poder consumir bienes actuales, que no hacen a nuestro bienestar o nutrición.

4.- La sustitución de los bienes antes mencionados (de empresas monopólicas transnacionales o grupos concentrados locales), por bienes de PYMES, micropymes o de carácter artesanal, no solo tiene el efecto de reducir las importaciones, sino también de cuidar el trabajo nacional, generar mas trabajo y redistribuir el ingreso.

Para cerrar creo poder afirmar que en primer término lo planteado es una cuestión de comprensión y luego una cuestión de actitud, sino nos esforzamos nosotros por contribuir al crecimiento y al desarrollo de nuestro país, nadie lo va a hacer.

Entender en que medida nuestra forma de consumir afecta nuestro interés personal y el interés colectivo desde una visión Nacional, se torna una necesidad imperante en estos tiempos que corren.




(*) Se entiende por ponderación a la participación de una parte del total de exportaciones en el total de las mismas. Y  por MOI y MOA a las manufacturas de origen industrial y agropecuario respectivamente.
(**) Aldo Ferrer lo sostiene a menudo, en diferentes notas periodísticas y entrevistas.