La
siguiente es una nota publicada en el boletín pensá y salí de la agrupación
universitaria Alba de la Universidad Nacional de Lanús UNLa.
Es
interesante desarrollar el concepto de inversiones extranjeras, para comprender
su alcance y su necesidad, ya que no todos los tipos de inversiones extranjeras
resultan útiles al Interés Nacional.
Y
es de importancia aclararlo ya que según el trato mediático que se da al tema,
según economistas, periodistas y politólogos, las inversiones supuestamente
necesarias, y que supuestamente no vienen por varios motivos, inseguridad jurídica,
falta de previsibilidad, cambio en las reglas de juego etc, parecieran mas una
donación de buena voluntad, que la colocación de un capital que no solo espera
ventajas, jurídicas, laborales, medioambientales, etc, sino también el
beneficio máximo posible, sin descontar, claro esta, el recupero del capital en
el menor tiempo posible.
A
nuestro país hay 2 tipos de inversiones que no le resultan de utilidad y que en el corto y mediano plazo pueden
resultar desequilibrantes del sistema económico.
1.-
Las inversiones cuyo origen es la especulación financiera internacional, las
que durante la ultima dictadura, hacían colocaciones financieras en bancos
locales a tasas muy superiores a las internacionales, para luego retirarse
apenas pudieran, lo que solamente implica pagar una tasa diferencial en el
corto plazo, para contar con divisas durante un periodo corto e inestable y que
no deja ningún beneficio productivo, de crecimiento de la economía real o de
creación de empleo.
En
la actualidad ese mecanismo esta funcionando en la hermana Republica del Brasil
enmarcada dentro de las políticas de metas de inflación, produciendo una
transferencia de recursos considerable al sector financiero y tendiendo a
apreciar el tipo de cambio, este mecanismo de apreciación de la moneda reduce
la tasa de crecimiento del producto (vía reducción de la competitividad
relativa respecto de otros países), y por ende la creación de empleo.
2.-
Las compras directas de empresas o mega empresas ya funcionando, utilizando un
ejemplo de los últimos años, la compra de la empresa loma negra (principal
productora de cemento del país) por parte de la empresa brasileña camargo
correa, produjo una transferencia de recursos de un megagrupo económico
brasilero (Camargo correa) a uno argentino (fortabat), que con ese capital no
realiza inversiones ni los coloca mayoritariamente en nuestros sistema
financiero, con el agravante de que, el manejo de un insumo básico para toda la
economía, respondería desde ahora en adelante a la lógica impuesta por un grupo
económico trasnacional.
Es
interesante afirmar que las inversiones extranjeras sirven a un país o nación
en cuatro situaciones particulares.
1.-
Si transfieren tecnología y/o conocimiento, es decir si quien va a invertir no
trae solo capital financiero para comprar bienes, servicios o contratar
personal, sino que trae tecnologías con la que no se cuenta en el país y forma
profesionales en los rubros en cuestión.
Los recientes acuerdos que se están negociando para la construcción de
dos nuevas represas en Santa Cruz, son claros ejemplos que siguen esa línea.
2.-
Si ayudan a sustituir importaciones y/o a fomentar exportaciones, es decir
contribuyendo a equilibrar la balanza comercial y evitando la tendencia
constante al estrangulamiento de divisas, propio de economías productoras de
materias primas en proceso de industrialización, (estructuras productivas
desequilibradas según Marcelo Diamand).
3.-
Si contribuyen al crecimiento económico y a la creación de empleo de una forma
que no lo podrían hacer empresas nacionales y sin obtener beneficios
adicionales que resulten lesivos al sistema económico, político e institucional.
4.-
Que el crecimiento y el empleo que generen, o la transferencia tecnológica que
realicen, no tenga un costo en divisas mediante giro de utilidades y recupero
de capital, que resulte demasiado oneroso para la capacidad del país de generar
esas divisas.
Como
se ve, la inversiones extranjeras no son un fin en si mismo a las que hay que
atraer a cualquier costo, sino que son medios para alcanzar fines que resultan
loables para la sociedad, crecimiento, creación de empleo, desarrollo
tecnológico etc.
Para
ir concluyendo, no necesariamente un mayor volumen de inversión, implica un
mayor crecimiento general o de determinados rubros o sectores de importancia.
Según
la CEPAL, la inversión extranjera directa acumulada entre 2007 y 2012 (*), en
términos comparativos con otros países latinoamericano fue de: U$S 286.030
millones para brasil, U$S 109.604 millones para Chile, U$S 62.801 millones para
Colombia y de U$S 50.497 para la Republica Argentina.
Como
se puede observar, el país que menor volumen de inversión recibió fue la Republica
Argentina.
Sin
embargo, según la misma fuente, El crecimiento acumulado del PBI para los
mismos países en el mismo periodo (**) fue de: 36.4% para Argentina, 26.7% Para
Colombia, 24,6% para Perú y 20.8% para Brasil.
Otro
indicador, el crecimiento acumulado de la industria manufacturera en el mismo
periodo (**) y según la misma fuente fue de: 32% para Argentina, 13% para
Brasil, 10% para Colombia y 7.6% para Chile.
Se
evidencia entonces, que no en todos los casos atraer inversiones resulta
beneficioso, que un mayor volumen de inversiones no necesariamente implica más
crecimiento del producto y de la industria, y se desprende de ello que tampoco
mayor y mejor empleo. Por ultimo resulta evidente, que nuestro país esta atrayendo inversiones, pero
esta siendo selectivo en función de objetivos prefijados por el proyecto
nacional y popular.
(**)
En los siguientes links, se pueden ver los informes de la CEPAL para los países
citados, en los cuadros al final.
Facundo
Javier Frattini, Estudiante de la Licenciatura en planificación logística, y
ayudante de docencia e investigación de la materia Matemática I de dicha
carrera.