Viendo el recientemente desatado debate sobre si el
aumento del mínimo imponible de ganancias, es o no el adecuado y/o suficiente,
me siento en la necesidad de profundizar sobre algunas cuestiones que fueron
tratadas en la nota:
Me interesa que quede claro, que el tema central de la
nota citada, era la incidencia de la renta de la propiedad urbana
(habitacional, comercial y productiva) en el aumento de precios y su impacto
inflacionario.
No obstante, como detrás de la discusión por el mínimo no
imponible de ganancias, se encuentra otro de los temas tratados en la nota, en
ese tema me quiero centrar y este es el de puja
distributiva.
Tomando lo vertido en dicha nota y retomando ideas
tratadas en notas previas podemos decir que:
El ingreso de
un país (Y) es la cantidad de riqueza generada en dicho país en un periodo
determinado, podemos agregar que el ingreso es igual al producto bruto interno (PBI).
Podemos decir también que la riqueza generada en una sociedad, es la riqueza susceptible de ser
distribuida entre los miembros de dicha sociedad, y que dichos miembros
pueden ser agrupados en sectores, y por ende los distintos sectores, pujan por
apropiarse de una porción creciente del ingreso generado y/o disponible.
Dijimos también que se puede dividir el ingreso según los
perceptores de dicho ingreso, es decir según los sectores que perciben el
ingreso. Los primeros dos grandes grupos son la masa salarial (W), estaríamos refiriéndonos a la suma del conjunto
de los salarios que cobran los trabajadores de la sociedad en cuestión, el otro
gran grupo seria la masa de excedente
(E), nos estaríamos refiriendo con ello, al resto de ingreso que no es salario,
en la jerga diaria, suele referenciarselo como el ingreso de los capitalistas.
A su vez existen
grandes grupos perceptores de excedentes
que merecen ser discriminados en este análisis (estos serian el capital productivo, el capital financiero, los dueños de la propiedad urbana y los dueños de la propiedad rural).
Se da pues una situación mediante la cual, vía diversos
mecanismos, los diversos sectores pujan entre si por apropiarse de una mayor
porción del ingreso generado.
Los trabajadores lo hacen negociando aumentos de sueldos,
los dueños del capital productivo, mediante el aumento de los precios de los
productos, los dueños del capital financiero, mediante las comisiones y/o
servicios que prestan, y los dueños de la propiedad rural y urbana mediante el
aumento de arriendos y alquileres respectivamente.
Dicha puja es, podríamos decir, de todos contra todos.
Me parece mas que interesante tratar temas que
normalmente veo ausentes del debate y por ende, llevan a que afirmaciones que
podríamos calificar de disparatadas, sean tenidas por validas, por sectores de
la sociedad mediaticamente influenciados.
En primer termino, me interesa destacar que dicha puja,
también se da intrasectores, por ejemplo en el sector trabajo, es decir, por no
tener la misma representación, ni la misma capacidad de negociación, los
distintos trabajadores de los distintos rubros y sectores, cuentan con
diferentes herramientas para negociar, y el resultado de ello, es que no todos
los trabajadores ganan lo mismo, ni todos los trabajadores negocian el mismo
aumento o las mismas mejoras, en consecuencia no todos los trabajadores se
apropian de igual porción del excedente en cada negociación paritaria.
Si entendemos la masa salarial como la suma de los
ingresos de todos los trabajadores, es fácil concluir que dicho componente del
ingreso, tiene dos variables de importancia, en primer término el que siempre
se considera, el salario, pero en segundo término, y no menos importante, es la
cantidad de trabajadores ocupados.
Porque aclaro esto?, porque si entendemos al ingreso o
PBI como la suma de la masa salarial mas el excedente:
I = PBI = W + E
Es pasible de analizar la distribución del ingreso en
términos distributivos entre capital y trabajo, la mitología Peronista reza que,
dicha distribución iniciada la década del 50, alcanzo el 54% a favor del sector
trabajo, si bien, no es muy claro si el numero exacto era el 54%, lo que si es
seguro que logro superar el 50%, y que las modificaciones estructurales que el
peronismo produjo en la sociedad en su conjunto, hicieron muy difícil modificar
esa matriz distributiva, de hecho, fue necesario desplegar toda la violencia
represiva del autodenominado proceso de reorganización nacional para lograrlo,
proceso que además de 30.000 desaparecidos, reorganizo el país con otra matriz
distributiva, en que el sector trabajo paso a apropiarse del 35 a 40% del ingreso casi
permanente, y un país que desde la década del 50 tenia promedio un 10% de
pobreza y un 5% de desocupación, paso a tener un promedio 20% de pobreza y un
10% de desocupación estructural,(con picos en las crisis en que hasta se
duplicaban esos índices).
El pico inferior de la decadencia nacional, se alcanzo
con la culminación e implosión del sistema neoliberal con la crisis del
2001-2002, descendiendo la participación de los asalariados en el producto, por
debajo del 30%, con más de 4 millones de desocupados.
Esto dio como resultado un ingreso comprimido afines de
los 90, 4 millones de desocupados, no contribuían a generar, la riqueza por la
cual, luego debían pujar por apropiarse, y por ende esto determina una menor
masa salarial (W), dentro de un menor ingreso (I).
Hasta aquí, con lo desarrollado, se realizaran 3
afirmaciones.
1.- La mejora de la participación de los trabajadores en
el ingreso, no solo se da por aumento del salario nominal y real, sino también
por la generación de puestos de trabajo, e indirectamente por la redistribución
realizada por el estado. Si un trabajador que gana $10.000 paga ganancias, el
20% del total recaudado de ganancias, va a seguridad social (anses), y anses
con parte de esos fondos, paga jubilaciones, pensiones y asignaciones
familiares. Habiendo trabajadores que ganan $10.000 en blanco y trabajadores
que ganan $3000 en negro, si a estos últimos se les paga la AUH, ganancias
termina siendo redistributivo intrasector trabajo.
2.- La mejora de la participación de los trabajadores en
la apropiación del ingreso, tiene un limite, y este es el equilibrio que
alcance la economía del país, en un momento determinado, en esos nacientes años
cincuenta del siglo XX, fue el 54%, en la actualidad, se esta acercando al 50%
y posiblemente pueda mejorar un poco mas.
3.- La puja entre capital y trabajo entonces, alcanzado
el límite de equilibrio, no pasa entonces porque el sector trabajo se apropie
de parte de lo que hoy se apropia el capital, sino por negociar y discutir como
distribuir el incremento de la riqueza generada, ejemplificando:
Según el anuario estadístico de la CEPAL 2012, el PBI a precios
constantes de Argentina para el año 2010 fue de 253.746 millones de dólares,
ese producto tuvo para el 2011 un crecimiento del 8,86% y por ende fue de
276.252,1 millones de dólares, la diferencia neta es de 22.506,1 millones de
dólares, que a un tipo de cambio de 5 $/U$S da, 112.530,66 millones de pesos.
Si eso lo dividimos por los 40 millones de habitantes de nuestro país nos da
$2813 pesos generados de más en 2011, respecto del 2010 por cada habitante.
Por ende la puja por la riqueza entre sectores, debería
darse sobre ese excedente una vez alcanzado un equilibrio distributivo entre
capital y trabajo socialmente aceptado, que lejos esta el actual de ser justo.
Es obscenamente claro que es imposible negociar ese
excedente, en los términos descriptos, pero como mecanismo para orientar la
puja distributiva, me parece valido.
Aclaraciones de
importancia
Todo lo anteriormente mencionado, no quiere decir que hoy
no existan diferencias a corregir entre sectores, como se menciono, de acuerdo
a su poder de negociación. Claramente, un desequilibrio importante en
cuestiones distributivas, es el 35% de los trabajadores que hoy se mantienen en
la informalidad, y que siendo este, un valor promedio, algunos sectores tiene
niveles de informalidad menores (el sector bancario), de igual forma que otros
lo tienen mayores, el rubro textil o los peones agrarios.
Por ende no intento realizar una afirmación concluyente
sobre si el actual nivel distributivo es el correcto, que a mi juicio no lo es,
ni que no debe corregirse intersectores (empresarios textiles-trabajadores
textiles) o intrasectores, (capital productivo-capital financiero) o bien,
también intrasectores (trabajadores de servicios-trabajadores de la
producción), ¿cual es la diferencia salarial del mínimo que cobran los
afiliados al sindicato de camioneros o de subtes y el mínimo de los metalúrgicos
y/o empleados de comercio?..
Cual es la diferencia del mínimo que gana un docente en
la provincia de Buenos Aires, en Tierra del Fuego y en misiones?, cual es la
diferencia entre un docente que trabaja para la nación, un trabajador social
que trabaja para la nación, y empleado de Anses?.
Como se ve, en cuestiones distributivas, hay mucho para
discutir en cuestiones intersectores e intrasectores, pero lo que realmente me preocupa, es que en el debate reciente
pareciera haber implícita una afirmación y esta es que el salario debe crecer indefinidamente en su participación en el
ingreso, pero esta puja se suele dar entre trabajadores y el capital
productivo, sin cuestionar la participación actual de la renta financiera (que
esta haciendo estragos a nivel mundial), y a la renta de la propiedad (urbana y
rural), que a mi juicio según lo analizado en la nota citada, es uno de los
principales desequilibradores inflacionarios actuales.
Keynes sostenía que en determinados contextos, los
aumentos salariales, no funcionan como mecanismos distributivos entre sectores,
es decir si todos pujan por aumentar sus salarios, y los propietarios pujan por
aumentar precios, alquileres, rentas y servicios, lo mas probable, es que la
redistribución se haga intrasectores, y no intersectores.
La realidad, parece darle la razón, luego de 9 años de
crecimiento, los sectores cuyos sindicatos, por diversos motivos tienen mas
poder de negociación, ascendieron en la pirámide salarial, distanciándose del
resto (subtes, camioneros, petroleros, etc).
Por ultimo y para concluir me parece importante reforzar
la idea de que el salario, no puede subir indefinidamente, apropiándose de
mayor parte del ingreso, sino hasta el monto que la sociedad acuerde como
aceptado, si los empresarios cada vez ganan menos, dicha negociación, por mas
que los trabajadores tengan el poder para demandar, tendrán como limite el
momento en que los empresarios se fundan o decidan que no es mas negocio
desarrollar la actividad que realizan.
Esto no implica una defensa del sector empresarial, todo
lo contrario, muchos de los empresarios que conozco dejan mucho que desear,
pero si implica poner en términos racionales la discusión distributiva.
Pues, en el sendero actual, los salarios suben, los
precios suben, y el salario real no se modifica, y en el medio, actividades que
generan empleo pasan a ser inviables.
Por ende, a mi juicio, lo primordial es lograr un acuerdo
social a partir de tener claro:
1.- Que hay quienes evaden impuestos y que eso no solo es
ilegal, sino que es perjudicial para el sistema. La economía informal ronda el
40% del volumen total.
2.- Que hay quienes tienen empleados informales y
comprender que eso es ilegal y es perjudicial para el sistema.-
3.- Que hay sectores del trabajo que aprovechando su
poder de negociación, están elevando el techo salarial, aumentando la brecha
dentro del sector, por ende generando una distribución desigual de la riqueza
(no necesariamente basado en la formación y/o el esfuerzo).
4.- Que hay ciertos sectores empresarios que gozando de
monopolios u oligopolios se están apropiando de un porcentaje mayor del ingreso,
vía precios,tornando inviables otras actividades.
5.- Que hoy la renta de la propiedad urbana esta
condicionando la inflación y los aumentos por adelantado, pero resulta un
sector parasitario de la economía en términos productivos.
6.- Que el estado tiene diferentes herramientas para
intervenir en el mercado equilibrandolo, y que cuando se actúa, se deben tener
claros los posibles resultados de la medida.
Los recientes acuerdos de precios motorizaron una
cantidad considerable de declaraciones de periodistas y economistas liberales,
diciendo que no servían y que se iban a producir desabastecimientos etc.
De mantenernos en esa lógica, esto conduce a una paradoja
irresoluble:
Los precios suben si el estado no actúa, pero los
controles y acuerdos no dan resultado, a su ves los controles pueden provocar
desabastecimiento, por especulación de los distintos integrantes de la cadena
de comercialización, pero lo recomendado no es, caer con todo el peso de la ley
sobre quienes especulan desabasteciendo (la ley de abastecimiento brinda
bastantes herramientas), sino no realizar los controles y acuerdos, que no darán
resultado.
Solución: No hacer, porque hacer no da resultado.
Por ende las recomendaciones del liberalismo, son claras,
dejen que los precios suban hasta que se ajusten solos, y el precio que
alcancen será culpa del gobierno.
No hace falta aclarar, supongo, a quien favorecería esta política.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario