miércoles, 20 de febrero de 2013

Del Salario real, nominal y la puja distributiva


Viendo el recientemente desatado debate sobre si el aumento del mínimo imponible de ganancias, es o no el adecuado y/o suficiente, me siento en la necesidad de profundizar sobre algunas cuestiones que fueron tratadas en la nota:


Me interesa que quede claro, que el tema central de la nota citada, era la incidencia de la renta de la propiedad urbana (habitacional, comercial y productiva) en el aumento de precios y su impacto inflacionario.

No obstante, como detrás de la discusión por el mínimo no imponible de ganancias, se encuentra otro de los temas tratados en la nota, en ese tema me quiero centrar y este es el de puja distributiva.

Tomando lo vertido en dicha nota y retomando ideas tratadas en notas previas podemos decir que:

El ingreso de un país (Y) es la cantidad de riqueza generada en dicho país en un periodo determinado, podemos agregar que el ingreso es igual al producto bruto interno (PBI).

Podemos decir también que la riqueza generada en una sociedad, es la riqueza susceptible de ser distribuida entre los miembros de dicha sociedad, y que dichos miembros pueden ser agrupados en sectores, y por ende los distintos sectores, pujan por apropiarse de una porción creciente del ingreso generado y/o disponible.

Dijimos también que se puede dividir el ingreso según los perceptores de dicho ingreso, es decir según los sectores que perciben el ingreso. Los primeros dos grandes grupos son la masa salarial (W), estaríamos refiriéndonos a la suma del conjunto de los salarios que cobran los trabajadores de la sociedad en cuestión, el otro gran grupo seria la masa de excedente (E), nos estaríamos refiriendo con ello, al resto de ingreso que no es salario, en la jerga diaria, suele referenciarselo como el ingreso de los capitalistas.

 A su vez existen grandes grupos perceptores de excedentes que merecen ser discriminados en este análisis (estos serian el capital productivo, el capital financiero, los dueños de la propiedad urbana y los dueños de la propiedad rural).

Se da pues una situación mediante la cual, vía diversos mecanismos, los diversos sectores pujan entre si por apropiarse de una mayor porción del ingreso generado.

Los trabajadores lo hacen negociando aumentos de sueldos, los dueños del capital productivo, mediante el aumento de los precios de los productos, los dueños del capital financiero, mediante las comisiones y/o servicios que prestan, y los dueños de la propiedad rural y urbana mediante el aumento de arriendos y alquileres respectivamente.

Dicha puja es, podríamos decir, de todos contra todos.

Me parece mas que interesante tratar temas que normalmente veo ausentes del debate y por ende, llevan a que afirmaciones que podríamos calificar de disparatadas, sean tenidas por validas, por sectores de la sociedad mediaticamente influenciados.

En primer termino, me interesa destacar que dicha puja, también se da intrasectores, por ejemplo en el sector trabajo, es decir, por no tener la misma representación, ni la misma capacidad de negociación, los distintos trabajadores de los distintos rubros y sectores, cuentan con diferentes herramientas para negociar, y el resultado de ello, es que no todos los trabajadores ganan lo mismo, ni todos los trabajadores negocian el mismo aumento o las mismas mejoras, en consecuencia no todos los trabajadores se apropian de igual porción del excedente en cada negociación paritaria.

Si entendemos la masa salarial como la suma de los ingresos de todos los trabajadores, es fácil concluir que dicho componente del ingreso, tiene dos variables de importancia, en primer término el que siempre se considera, el salario, pero en segundo término, y no menos importante, es la cantidad de trabajadores ocupados.

Porque aclaro esto?, porque si entendemos al ingreso o PBI como la suma de la masa salarial mas el excedente:

I = PBI = W + E

Es pasible de analizar la distribución del ingreso en términos distributivos entre capital y trabajo, la mitología Peronista reza que, dicha distribución iniciada la década del 50, alcanzo el 54% a favor del sector trabajo, si bien, no es muy claro si el numero exacto era el 54%, lo que si es seguro que logro superar el 50%, y que las modificaciones estructurales que el peronismo produjo en la sociedad en su conjunto, hicieron muy difícil modificar esa matriz distributiva, de hecho, fue necesario desplegar toda la violencia represiva del autodenominado proceso de reorganización nacional para lograrlo, proceso que además de 30.000 desaparecidos, reorganizo el país con otra matriz distributiva, en que el sector trabajo paso a apropiarse del 35 a 40% del ingreso casi permanente, y un país que desde la década del 50 tenia promedio un 10% de pobreza y un 5% de desocupación, paso a tener un promedio 20% de pobreza y un 10% de desocupación estructural,(con picos en las crisis en que hasta se duplicaban esos índices).

El pico inferior de la decadencia nacional, se alcanzo con la culminación e implosión del sistema neoliberal con la crisis del 2001-2002, descendiendo la participación de los asalariados en el producto, por debajo del 30%, con más de 4 millones de desocupados.

Esto dio como resultado un ingreso comprimido afines de los 90, 4 millones de desocupados, no contribuían a generar, la riqueza por la cual, luego debían pujar por apropiarse, y por ende esto determina una menor masa salarial (W), dentro de un menor ingreso (I).

Hasta aquí, con lo desarrollado, se realizaran 3 afirmaciones.

1.- La mejora de la participación de los trabajadores en el ingreso, no solo se da por aumento del salario nominal y real, sino también por la generación de puestos de trabajo, e indirectamente por la redistribución realizada por el estado. Si un trabajador que gana $10.000 paga ganancias, el 20% del total recaudado de ganancias, va a seguridad social (anses), y anses con parte de esos fondos, paga jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares. Habiendo trabajadores que ganan $10.000 en blanco y trabajadores que ganan $3000 en negro, si a estos últimos se les paga la AUH, ganancias termina siendo redistributivo intrasector trabajo.

2.- La mejora de la participación de los trabajadores en la apropiación del ingreso, tiene un limite, y este es el equilibrio que alcance la economía del país, en un momento determinado, en esos nacientes años cincuenta del siglo XX, fue el 54%, en la actualidad, se esta acercando al 50% y posiblemente pueda mejorar un poco mas.

3.- La puja entre capital y trabajo entonces, alcanzado el límite de equilibrio, no pasa entonces porque el sector trabajo se apropie de parte de lo que hoy se apropia el capital, sino por negociar y discutir como distribuir el incremento de la riqueza generada, ejemplificando:

Según el anuario estadístico de la CEPAL 2012, el PBI a precios constantes de Argentina para el año 2010 fue de 253.746 millones de dólares, ese producto tuvo para el 2011 un crecimiento del 8,86% y por ende fue de 276.252,1 millones de dólares, la diferencia neta es de 22.506,1 millones de dólares, que a un tipo de cambio de 5 $/U$S da, 112.530,66 millones de pesos. Si eso lo dividimos por los 40 millones de habitantes de nuestro país nos da $2813 pesos generados de más en 2011, respecto del 2010 por cada habitante.

Por ende la puja por la riqueza entre sectores, debería darse sobre ese excedente una vez alcanzado un equilibrio distributivo entre capital y trabajo socialmente aceptado, que lejos esta el actual de ser justo.

Es obscenamente claro que es imposible negociar ese excedente, en los términos descriptos, pero como mecanismo para orientar la puja distributiva, me parece valido.

Aclaraciones de importancia

Todo lo anteriormente mencionado, no quiere decir que hoy no existan diferencias a corregir entre sectores, como se menciono, de acuerdo a su poder de negociación. Claramente, un desequilibrio importante en cuestiones distributivas, es el 35% de los trabajadores que hoy se mantienen en la informalidad, y que siendo este, un valor promedio, algunos sectores tiene niveles de informalidad menores (el sector bancario), de igual forma que otros lo tienen mayores, el rubro textil o los peones agrarios.

Por ende no intento realizar una afirmación concluyente sobre si el actual nivel distributivo es el correcto, que a mi juicio no lo es, ni que no debe corregirse intersectores (empresarios textiles-trabajadores textiles) o intrasectores, (capital productivo-capital financiero) o bien, también intrasectores (trabajadores de servicios-trabajadores de la producción), ¿cual es la diferencia salarial del mínimo que cobran los afiliados al sindicato de camioneros o de subtes y el mínimo de los metalúrgicos y/o empleados de comercio?..

Cual es la diferencia del mínimo que gana un docente en la provincia de Buenos Aires, en Tierra del Fuego y en misiones?, cual es la diferencia entre un docente que trabaja para la nación, un trabajador social que trabaja para la nación, y empleado de Anses?.

Como se ve, en cuestiones distributivas, hay mucho para discutir en cuestiones intersectores e intrasectores, pero lo que realmente me preocupa, es que en el debate reciente pareciera haber implícita una afirmación y esta es que el salario debe crecer indefinidamente en su participación en el ingreso, pero esta puja se suele dar entre trabajadores y el capital productivo, sin cuestionar la participación actual de la renta financiera (que esta haciendo estragos a nivel mundial), y a la renta de la propiedad (urbana y rural), que a mi juicio según lo analizado en la nota citada, es uno de los principales desequilibradores inflacionarios actuales.

Keynes sostenía que en determinados contextos, los aumentos salariales, no funcionan como mecanismos distributivos entre sectores, es decir si todos pujan por aumentar sus salarios, y los propietarios pujan por aumentar precios, alquileres, rentas y servicios, lo mas probable, es que la redistribución se haga intrasectores, y no intersectores.

La realidad, parece darle la razón, luego de 9 años de crecimiento, los sectores cuyos sindicatos, por diversos motivos tienen mas poder de negociación, ascendieron en la pirámide salarial, distanciándose del resto (subtes, camioneros, petroleros, etc).

Por ultimo y para concluir me parece importante reforzar la idea de que el salario, no puede subir indefinidamente, apropiándose de mayor parte del ingreso, sino hasta el monto que la sociedad acuerde como aceptado, si los empresarios cada vez ganan menos, dicha negociación, por mas que los trabajadores tengan el poder para demandar, tendrán como limite el momento en que los empresarios se fundan o decidan que no es mas negocio desarrollar la actividad que realizan.

Esto no implica una defensa del sector empresarial, todo lo contrario, muchos de los empresarios que conozco dejan mucho que desear, pero si implica poner en términos racionales la discusión distributiva.

Pues, en el sendero actual, los salarios suben, los precios suben, y el salario real no se modifica, y en el medio, actividades que generan empleo pasan a ser inviables.

Por ende, a mi juicio, lo primordial es lograr un acuerdo social a partir de tener claro:

1.- Que hay quienes evaden impuestos y que eso no solo es ilegal, sino que es perjudicial para el sistema. La economía informal ronda el 40% del volumen total.

2.- Que hay quienes tienen empleados informales y comprender que eso es ilegal y es perjudicial para el sistema.-

3.- Que hay sectores del trabajo que aprovechando su poder de negociación, están elevando el techo salarial, aumentando la brecha dentro del sector, por ende generando una distribución desigual de la riqueza (no necesariamente basado en la formación y/o el esfuerzo).

4.- Que hay ciertos sectores empresarios que gozando de monopolios u oligopolios se están apropiando de un porcentaje mayor del ingreso, vía precios,tornando inviables otras actividades.

5.- Que hoy la renta de la propiedad urbana esta condicionando la inflación y los aumentos por adelantado, pero resulta un sector parasitario de la economía en términos productivos.

6.- Que el estado tiene diferentes herramientas para intervenir en el mercado equilibrandolo, y que cuando se actúa, se deben tener claros los posibles resultados de la medida.

Los recientes acuerdos de precios motorizaron una cantidad considerable de declaraciones de periodistas y economistas liberales, diciendo que no servían y que se iban a producir desabastecimientos etc.

De mantenernos en esa lógica, esto conduce a una paradoja irresoluble:

Los precios suben si el estado no actúa, pero los controles y acuerdos no dan resultado, a su ves los controles pueden provocar desabastecimiento, por especulación de los distintos integrantes de la cadena de comercialización, pero lo recomendado no es, caer con todo el peso de la ley sobre quienes especulan desabasteciendo (la ley de abastecimiento brinda bastantes herramientas), sino no realizar los controles y acuerdos, que no darán resultado.

Solución: No hacer, porque hacer no da resultado.

Por ende las recomendaciones del liberalismo, son claras, dejen que los precios suban hasta que se ajusten solos, y el precio que alcancen será culpa del gobierno.

No hace falta aclarar, supongo, a quien favorecería esta política.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario