lunes, 7 de enero de 2013

Violencia monetaria, ahorro en dolares y otras definiciones de interes

Retomando la temática de notas anteriores que serán citadas promediando esta nota, la idea es definir la idea de ahorro nacional, cuenta corriente nacional, estrangulamiento de divisas, y violencia monetaria.

Tomo una definición particular de ahorro, que en términos generales me parece bastante completa.

“El proceso de ahorro se define por la relación de diferencia entre los ingresos corrientes y los gastos corrientes de las unidades económicas durante un periodo determinado.
El ahorro representa la parte del ingreso disponible que no se gasta en bienes y servicios de consumo final, por lo cual su nivel esta definido primordialmente por la distribución del ingreso que capta cada perceptor.
Así el ahorro representa aquella parte del nivel de ingresos corriente que esta disponible para acumularse como riqueza para los periodos futuros”.(*)

Si la variable analizada, en este caso el ahorro, es el resultado de un periodo de un año, se entiende por corriente (ingresos corrientes y gastos corrientes) a los acaecidos (ocurridos) en dicho periodo.

Es conveniente recordar, que el ahorro puede ser divido en dos tipos.

1.- Ahorro privado: Es el ahorro (la diferencia positiva entre ingreso y egreso) de todos los agentes privados (familias, empresas, personas, etc).

2.- Ahorro publico: Es el ahorro (la diferencia positiva entre ingreso y egreso) de todos los agentes públicos, (agentes estatales y dependencias del estado).

En el caso del ahorro publico, es interesante destacar, que dicho ahorro debe medirse considerando el ingreso y egreso de todos los estamentos bajo un mismo control gubernamental, y en relación con la política económica llevada adelante, es decir, el tesoro podría tener déficit, mientras los organismos descentralizados (Pami, anses, banco central, banco nación, etc) superávit, y viceversa, y en ambos casos dar como resultado total, superávit y esto podría responder a una política económica deliberada.

Debe entenderse también, al ahorro como la diferencia positiva entre el ingreso y el egreso, mientras que de ser negativa esta diferencia, podríamos hablar de ahorro negativo o des-ahorro.

Suele haber una relación no en los términos en que lo plantea la ortodoxia entre ahorro e inversión, y en el caso estatal, lo destinado a inversión publica, podría ser considerado un ahorro posible.
Los poderes ejecutivos de los 3 niveles, suelen hacer presupuestos interanuales, en los que en función de la recaudación proyectada, determinan el nivel de gastos en inversiones diversas (infraestructura civil, de transporte, educativa, de salud, etc).

Claramente, ello implica, destinar a inversión, el excedente presupuestario, pasible de ser ahorrado.

Es decir, el estado presupuesto la realización de inversiones, obras públicas, con el excedente que supone va a tener.

Y me permito dejar abierta una pregunta, no para obtener una respuesta sino para llamar a la reflexión y a repensar, algunas afirmaciones concluyentes de algunos sectores de la economía y su repercusión mediática.

Si comparamos la infraestructura energética, de transporte, educativa, de salud etc, de la Republica Argentina, con la de cualquier país desarrollado, claramente coincidiremos que la nuestra, tiende a ser deficiente y/o insuficiente, por ende ¿como se puede decir que al ejecutivo nacional se le disparo el gasto publico (argumento ortodoxo liberal para explicar la inflación), si todavía no tenemos la infraestructura necesaria?.

Es decir, es un costo a pagar, para bajar el nivel de inflación, mantenerse en el atraso?.

A continuación tratare de desarrollar la idea de cuenta corriente nacional.

Podríamos decir que la misma es el resultado de la diferencia entre todos los gastos en divisas en que incurre el país y todos los ingresos en divisas que tiene.

Es decir, el país tiene una serie de gastos en divisas (dólares), y una serie de ingresos en divisas (dólares).

Los principales motivos de gastos son:

1.- Importaciones (compras al exterior de bienes y servicios).
2.- Giros salientes de utilidades y dividendos de empresas trasnacionales.
3.- Gastos en turismo de ciudadanos argentinos en el exterior.
4.- Pago de capital e intereses de la deuda externa pública y privada.
5.- Formación de activos en el exterior (giro de utilidades, compra de propiedades, bienes e inversiones diversas en el exterior), por parte de ciudadanos Argentinos.-
6.- Giro de remesas de ciudadanos extranjeros que trabajan en Argentina a sus países de origen.

Mientras que los principales motivos de los ingresos del país en divisas, son los mismos pero inversos, es decir:

1.- Exportaciones (ventas al exterior de bienes y servicios).
2.- Giros entrantes de utilidades y dividendos de empresas trasnacionales (casi nulo).
3.- Gastos en turismo de ciudadanos extranjeros en nuestro país.
5.- Giro de remesas de ciudadanos Argentinos trabajan en el extranjero hacia nuestro país.

Se puede decir que de la diferencia entre la suma de los ingresos y la suma de los egresos obtenemos el saldo de la cuenta corriente.

Se puede decir también que de ser negativo ese saldo, Argentina debe pagar dicho saldo con divisas.

Podemos agregar que existen dos fuentes alternativas de financiamiento además de las fuentes de ingreso mencionadas.

1.- Contraer deuda con el extranjero: De mas esta decir que la vía del endeudamiento fue la que impero en la Argentina durante la vigencia del neoliberalismo (1975-2002), para financiar el déficit en cuenta corriente.
También debería resultar obvio que siendo los créditos internacionales a países, créditos a largo plazo, si la sociedad no se percata de la existencia de un proceso de endeudamiento irresponsable y/o creciente, este resulta el camino mas simple para cualquier administración. Porque digo esto?, porque un crédito tomado hoy a 10 años con 1 o 2 de gracia, seguro deberá enfrentarlo otra administración que este a cargo del ejecutivo en el futuro.
Esto, lo que resulta en la resolución mas simple de un problema de balanza comercial (por extrangulamiento de divisas), es uno de los actos mas irresponsables, ya que, serán, las futuras generaciones, las que deberán afrontar el pago de dicha deuda.

2.- Utilizar las reservas del BCRA. El volumen total de divisas (dolares) que ingresan vía comercio exterior, deben liquidarse en el mercado único de cambios, es decir, ingresan al banco central.
Por lo cual, en épocas de cuenta corriente con saldo positivo, las reservas tienden a subir (por ejemplo en el periodo 2003-2009), caso contrario tienden a bajar.

Esas reservas, que a mayor nivel representan una fortaleza, y están depositadas en diversos lugares (bancos del mundo), generan un interes infimo, inferior al 1% anual.

Cabria preguntarse en que medida, se puede dar a ese ahorro genuino, proveniente del comercio internacional, un uso mas beneficioso para los intereses del país, ya sea desde el punto de vista financiero, económico, productivo o de desarrollo.

Nota: En estos tiempos de restricción a la compra de divisas por motivos varios y de administración del comercio exterior, seria sumamente interesante considerar los anteriormente descriptos, y no analizarlos a la ligera, con las anteojeras mediáticas que imponen quienes ostentan el monopolio del lenguaje(**).

La Republica Argentina, al igual que todos los países productores de materias primas en proceso de industrialización, tiene un problema crónico, la tendencia al “estrangulamiento de divisas”, concepto acuñado por Marcelo Diamand, que indica que el amplio superavit comercial (en divisas), que se obtiene al inicio de un proceso de crecimiento post devaluación, en países con estructuras productivas desequilibradas (***), tiende a disminuir hasta convertirse en déficit, el cual solo podría financiarse mediante el uso de reservas o bien mediante el inicio de un proceso de endeudamiento.

Esto se debe a que en un proceso de crecimiento acelerado, en un país industrializandose, las importaciones de bienes de capital (maquinarias e insumos críticos), crecen a un ritmo mayor, que las exportaciones tradicionales de bienes primarios y de los nuevos productos industriales pasibles de ser exportados, esto sumado al aumento del consumo de bienes importados, o derivados de estos, reduce el superávit comercial hasta tornarlo negativo.

Como se desarrollo en la nota:


El dólar como moneda de reserva e intercambio internacional, se viene devaluando con respecto a los principales comodities internacionales (oro, plata, cobre, petróleo, soja, maíz, etc).

Es decir, hoy con 100 dólares, se compra menos cantidad de cualquiera de esos comodities  mencionados que hace 4 años, y en ese entonces, se compraba menos que hace 8 años.

Y se mencionan los 2 mecanismos generales para hacerlo (devaluar la moneda de referencia), y estos son la emisión monetaria y la baja de la tasa de interés.

A su vez en la nota:


Se demuestra (al menos con algunos productos de consumo masivo de nuestro país), que esa misma perdida de poder adquisitivo de la moneda estadounidense, ocurre también en el mercado local, con bienes locales.

De todo lo antedicho surge una pregunta que desentraña el nudo de estas notas, la presente y las dos citadas y esta es:

Si el dólar, en términos internacionales (compra de comodities, esta perdiendo continuamente su poder adquisitivo), y lo mismo ocurre, en términos locales, el poder de compra en dólares de un sachet de leche (tal lo descrito en la nota citada), es mucho menor ahora que en 2002, si sumado a esto, la tasa de interés en dólares, por ejemplo entre 2001 y 2008 era la mitad aprox que  la tasa en pesos, y del 2008 en adelante paso a ser la décima parte o menos, de donde sacaron los Argentinos la idea de que el dólar es una reserva de valor?.

Si el dólar no sirve para mantener el poder adquisitivo del ahorro, y el rendimiento relativo de las inversiones financieras en dólares era la mitad desde el 2005, del rendimiento de las inversiones en pesos, y en el 2008 bajo a la décima parte, para protegerse de que sirve el dólar?.

Violencia monetaria.

Es usual escuchar a integrantes de la sociedad argentina, de diferentes sectores, mediáticos, económicos, políticos y gente de a pie, asumir que cada 10 años, hay una crisis en el país.

Esto tiene una verificación empírica,  que son la crisis de finales de la dictadura (1982-83), la crisis del alfonsinismo (1989-1990), y la crisis de la alianza (2001-2002).

A su vez lo que refuerzan quienes pregonan estas crisis es el carácter económico, mas que el carácter político de dichas crisis.

Y es por eso que hace unos años, podríamos decir que desde la consolidación del proceso de crecimiento sostenido, sin antecedentes de la economía Argentina desde el 2003, se viene anunciando y por ende esperando, la inminente crisis de gravedad institucional relevante de fines de la primera década del siglo XXI.

Aunque los desequilibrios, políticos, económicos y sociales, presentes en cada una de las crisis acaecidas, no están presentes en la actualidad, hay una creencia casi religiosa, en que la crisis, mas temprano que tarde, deberá ocurrir

Las crisis económicas antes mencionadas, (principios de los ochentas, noventas y dos mil), fueron acompañadas de fuertes devaluaciones.

Es en este punto donde tomo el concepto de violencia monetaria (extraído del libro “Distribución y crecimiento una controversia persistente” de Ruben Lo Vuolo, capitulo 6), entiendo como tal, al proceso devaluatorio, que produce una transferencia inmediata de riqueza entre diversos sectores sociales.

Esta transferencia de riqueza, es lo que el autor mencionado, denomina efecto riqueza.

Esto implica, que ante una devaluación de envergadura, todos los agentes económicos de una sociedad, en este caso la Argentina, que tengan activos en dólares, o bien desarrollen actividades relacionadas con el comercio exterior, verán incrementado su patrimonio en forma proporcional a la devaluación, por el simple efecto de la misma.

A su vez quienes desarrollan actividades, relacionadas con el comercio exterior, verán pesificados sus costos, ya que seguirán vendiendo en el mercado externo en dólares, pero pagando costos locales en pesos, el caso paradigmático de costo pesificados, y de mayor impacto distributivo seria el de la mano de obra.

La contracara de esto, es el encarecimiento de todos los bienes de consumo y capital importados, en proporción a la devaluación, y el encarecimiento parcial de todos los bienes de consumo y capital, que poseen componentes o insumos importados.

Esto a su vez desata una carrera, siendo una economía con alto nivel de extranjerización, por recuperar tasas de rentabilidad nominada en dólares, lo que genera aumentos de precios en diferentes sectores, esto sumado a la perdida de poder adquisitivo del salario en términos internacionales, inicia una puja del salario por recuperar el poder adquisitivo perdido, que en el mediano y largo plazo tiende a realizarse, pero, cuyo costo, fueron años de rezago salarial.

Es decir, quien tenia 50.000 dólares en efectivo, una cuenta con 200.000 dolares en las islas caiman o Montevideo, quien tiene una casa en Miami o en Punta del Este, durante el proceso devaluatorio, que entre enero del 2002 y julio del 2003, paso de 1 dólar equivalente a 1 peso, a 1 dólar equivalente a 3 pesos, triplico su poder de compra local, ya sea de bienes de producción local o de pago de salario local.

En la actualidad, existe una presión de diversos sectores para que se opere una devaluación considerable, esta presión es llevada adelante por los diferentes sectores que se verían beneficiados por la misma (y los operadores mediáticos, afines a ese tipo de manganetas), sectores del agro relacionados con el comex, sectores industriales relacionados con el comex, las declaraciones del ceo de techint sobre el mayor costo laboral de Argentina respecto de Brasil y México, son ilustrativas al respecto, el sector inmobiliario, (sector que se encontraba totalmente dolarizado en sus operaciones, etc) .

Esto se evidencia al inminente pedido del dólar a mas de 6 pesos y el manejo del mercado ilegal de divisas presionando en ese sentido.

Esto seria, los sectores financieros informales que comercializan el denominado dólar blue, lo que en ese azul en fino ingles, oculta operaciones ilegales de compra venta de divisas, me pregunto si los medios que utilizan dicha terminología hablarían de la cocaína blue o las chicas blue (para referirse a la trata de personas).

Habiendo mostrado en el inicio de esta nota, y en las notas anteriores que el dólar no es un mecanismo rentable para mantener el poder adquisitivo del ahorro, es claro, que en realidad, el dólar, para los Argentinos, aunque no lo tengan claro, no es un buen mecanismo para la preservación del ahorro, en términos financieros (conservación del poder de compra del mismo), sino que es un buen mecanismo para preservar el ahorro del posible ejercicio futuro de violencia monetaria, que como bien menciona el autor citado, es una decisión eminentemente política, aunque sus consecuencias, son redistributivas en términos sociales, mas que consecuencias  exclusivamente políticas.

Se evidencia entonces, que en el actual reclamo de ciertos sectores por conservar lo que consideran “el derecho a comprar dólares para atesoramiento”, implícitamente hay una aceptación de la posibilidad del ejercicio futuro de violencia económica.

Esto implicaría, socialmente, reclamar por el derecho, a protegerse del ejercicio de violencia monetaria, (comprar dólares), aunque esto tenga consecuencias económicas para el sistema económico en su conjunto, tendencia al estrangulamiento, y tolerancia a la violencia monetaria, por parte del que accede a los mecanismos de protección (que claramente son una minoría).

Como sociedad, deberíamos saber que es la violencia monetaria, y oponernos a su ejercicio en lugar de tolerarla y perseguir el principio de sálvese el que pueda.



(*) Definición extraída del libro Distribución y crecimiento, una controversia persistente de Ruben Lo Vuolo (Pag 37), Miño y Davila. 2009

(**) Tomo el concepto de monopolio del lenguaje de Jurgüen Habermas, en “problemas de legitimación en el capitalismo tardio” 1973.

(***) Concepto acuñado por Marcelo Diamand, que referencia a aquellos países con dos sectores de productividades relativas muy diferentes, en el caso Argentino es la Industria y el Agro, en el caso de Chile, puede ser la industria y el Cobre, o en el caso de Venezuela, la industria y el petróleo (este tema será tratado en una futura nota).

Para mayor detalle ver:








No hay comentarios:

Publicar un comentario