Motivan esta nota, la reciente asunción por parte del
gobierno de la ciudad de la postergada titularidad del subte que acumulo un año de idas y vueltas.
El tema, apenas se desato la controversia entre el
gobierno nacional y el de la ciudad, fue el motivo disparador de la creación de
este blog, y se trato en las primeras dos notas:
Realizando una introducción a la noción jurídica de
servicio publico (en la primera), y analizando el conflicto por el tiempo en
que el gobierno nacional se seguiría haciendo cargo del subsidio, con el
consecuente aumento de tarifas llevado adelante por el gobierno de la ciudad a
horas de haber firmado el acta acuerdo de transferencia (en la segunda).
Habiendo transcurrido pocas horas de iniciado el
01-01-2013, el jefe de gobierno porteño anuncio (aunque después se desdijo a
medias), otro inminente aumento de la tarifa, por ende esta nota tiene como fin
analizar desde lo económico y en términos relativos y nominales, el aumento
anterior de tarifas y el actual, para luego sacar algunas conclusiones del
impacto de dicho aumento, en caso de que acaeciera.
Para ello cabe recordar el estado de situación a inicios
del 2012:
Pasajeros promedio diarios al 01-01-2012: 1.8
millones.
Tarifa anterior al 2012: $1.1 (por pasajero por viaje),
abonado por el usuario.
Subsidios que se sumaban a la tarifa: $1.6 (por pasajero
por viaje), aportado por el estado.
Monto anual según presupuesto nacional (2012) de
subsidios al subte: $720.000.000
Según el acta acuerdo firmada entre ambos gobiernos, el
estado nacional sostendría el 50% del subsidio por un año, ósea, el estado
nacional depositaria 30 millones de pesos durante los 12 meses del 2012, en una
cuenta del gobierno de la ciudad, o sbase. El gobierno de la ciudad, debería
hacerse cargo o ver como solventaba los otros 360 millones (claramente lo hizo
mediante la suba de la tarifa).
El presupuesto de la ciudad 2012 fue de $32.705.436.924, ósea
que los subsidios a cubrir representaban el 1,1% del presupuesto total para
dicho año.
Pese a ello, el gobierno aumento la tarifa de $1,1, a
$2,5, lo que implica una diferencia nominal de $1,4 (por pasajero por viaje).
Si la cantidad de pasajeros promedio diarios, es de 1,8
millones, la recaudación anual estimada (21 días x 12 meses) seria de:
1.8 millones x 21 días/mes x 12 meses x $1.4 =
$635.040.000
Esto implica un 176,4% del monto en subsidios que se debía
cubrir (360 millones).
A partir del mes de enero que comenzó (2013), el gobierno
de la ciudad debería hacerse cargo de los otros 360 millones de pesos que no le
girará el gobierno nacional, y supongamos que actualizáramos ese monto por un índice
de inflación del 25% (alto para la real que rondara el 20% o menos), esto
seria:
360.000.000 x 1.25 = $450.000.000 de subsidios a cubrir.
El presupuesto 2013, aprobado por la legislatura de la
ciudad, es de $40.500.000.000, lo que implica un aumento porcentual, respecto
del de 2012 de:
$40.500.000.000/ $32.705.436.924 = 24%
Y en términos nominales: $7.794.563.076.
Si el monto a cubrir es de 450 millones de pesos, esto
sigue siendo un 1,1% del presupuesto anual de la ciudad y un 5,77% del aumento
nominal del presupuesto (de los $7.794.563.076).
Pese a ello, el jefe de gobierno dejo trascender que habrá
un aumento de la tarifa del subte, que alcanzaría los $6, lo que implicaría un
aumento neto de $3.5.
Que en términos anuales representaría:
1.8 millones de pasajeros/día x 21dias/mes x 12 meses/año
x $3.5 =
Recaudación por el aumento = $1.587.600.000
Esto representa un 352.8% del monto de subsidios del que debería hacerse cargo la
ciudad (450 millones de pesos actualizado a un 25% de inflación como se
menciono anteriormente), unos $ 1.137.600.000 (*) por encima del estimado a
cubrir.
Debe agregarse, que a medida que la tarifa aumenta,
tiende a tornarse restrictiva, contradiciendo uno de los principios generales
del servicio publico (el de universalidad), al ser tan violento el primer
aumento (127%), y el posible segundo (240%), es claro que la cantidad de
pasajeros transportados disminuyo (algunas estimaciones hablan de una caída del
15 al 20% en los pasajeros transportados, 2012) y continuará disminuyendo,
produciendo una migración del transporte (ferroviario-subterráneo), al
transporte urbano automotor (colectivos).
Para cuantificar el aumento en términos de inversión, me
parece ilustrativo el siguiente calculo.
Los 45 coches comprados para el subte, que motivaron la
posible parada del servicio de la línea A por 60 días, tuvieron un costo
aproximado de 105 millones de dólares, osea U$S2.222.222 c/u, que a un tipo de
cambio de 4,9$/U$S, da unos 11.000.000 de pesos c/u.
El excedente mencionado en (*), por el posible aumento de
tarifas (a $6), permitiría por ejemplo comprar la siguiente cantidad de coches
(similares a los chinos) en un año.
$1.137.600.000/$11.000.000 = 103
Según el siguiente informe de Sbase:
En la pagina doce, se indica que el parque total de
coches de todas las líneas es de 650 unidades, por lo cual, el aumento de
tarifa sugerido por el jefe de gobierno, permitiría (de así desearlo) renovar
el parque total de coches en:
650/103= 6.3 años (6 años y 4 meses), (para material rodante que tiene un periodo de amortización de unos 30 años).
Eso si a cargo pura y exclusivamente de los usuarios.
Por ultimo, interesa destacar, que para un persona que utiliza
el subte ida y vuelta para ir a trabajar, suponiendo un mes de 21 días hábiles,
el costo mensual pasa a ser de $252 (solo de subte), y si consideramos que el
salario mínimo es de $2850, el costo mensual de viajar en subte seria del 8.8%
de un salario mínimo.
En síntesis de esta primera nota de la saga, el gobierno
de la ciudad confirma mediante el accionar que en su concepción empresaria de
la administración de los servicios públicos, debe primar el criterio de
establecimiento de tarifas fiscal, por sobre el social (**), que impero hasta
el 2011.
Este tema fue
desarrollado en la primera nota de este blog, citada al inicio de esta.
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