Continuando con el desarrollo de la nota:
A continuación se analizaran las posibles consecuencias
de la medida que pareciera estar por adoptarse de aumentar la tarifa del subte
en forma violenta.
Este aumento en las tarifas, que parecería una decisión
un tanto caprichosa desde lo ideológico, tomada por un liberal, ortodoxo de
derecha y empresario devenido político, tendría múltiples consecuencias
nefastas para la sociedad en su conjunto de las cuales, enumerare las que
considero de mayor importancia.
Es sumamente
inflacionaria:
El aumento del año pasado del 127%, y el anunciado, que
de confirmarse rondaría el 240%, ambos en términos anuales, quintuplican y mas
que decuplicarían, respectivamente, los índices de inflación anual de la
economía (ya sean índices privados, públicos, de organismos provinciales,
nacionales, internacionales etc).
Es interesante corregir al jefe de gobierno que al
momento de explicarle a la sociedad, el porque de tamaño aumento (el primero),
solo atino a decir, que aumentaba la tarifa porque había inflación, cuando en
realidad, hay inflación porque los precios suben (entre los cuales están las
tarifas), es decir, un índice de inflación (cualquiera sea este), es un índice
que mide los aumentos de precios que ocurrieron en el periodo previo a la
realización del mismo y no a la inversa, ósea, primero aumentan los precios, y
por ende luego se mide cuanto aumentaron.
Por lo cual, quienes administran los servicios públicos,
podrían tener una política anti inflacionaria, dejando congeladas las tarifas,
una política de contención, aumentando por debajo del índice de inflación, una
política inflacionaria, aumentando las tarifas levemente por encima del índice
o una política violentamente inflacionaria, aumentando varias veces el índice
de inflación.
Claramente, desde el 2003 al 2011, el gobierno nacional
tuvo una política de subsidios, en general, y en el caso del subte en
particular, que beneficiaba, a los usuarios de dicho modo, política que el
actual gobierno de la ciudad, claramente no quiere sostener.
Como se menciono en el cierre de la nota:
Esto implica claramente un cambio de criterio en el
establecimiento de las tarifas, del criterio social, imperante desde el 2003 al
2011, a
un criterio fiscal.
Es sumamente
recesiva:
Uno de los argumentos de fondo que subyace a este aumento
de tarifas, es que el gobierno de la ciudad no tiene, tendría los fondos
necesarios para solventar o sostener los subsidios que el estado nacional
solventaba.
Es evidente como se demuestra en la nota anterior, que
ambos aumentos, el realizado en 2012 y el sugerido en la actualidad, generan
una recaudación anual, muy superior al monto de subsidios que dicen tener que
cubrir.
También es evidente que el peso de los subsidios sobre el
presupuesto de la ciudad, no es demasiado importante.
Se me ocurre ensayar dos motivos para la determinación de
la tarifa.
1.- La tarifas de subte en la mayoría de los países
desarrollados es de entre 1 dólar y 1 euro, depende el país considerado, este
ultimo aumento tendería a igualarlo, es decir llevar un costo local a precios
internacionales (claro esta, esto no fue declarado por las autoridades de la
ciudad).
2.- Se quiere generar vía tarifa, un excedente fiscal, lo
suficientemente alto para tener amplios fondos disponibles para modernizar vía
inversiones el subterráneo de Buenos Aires.
Retomando, las consecuencias recesivas del aumento de
tarifas, se puede decir que se operaria un cambio, deja de poner plata el
estado (vía subsidios), para que la ponga el usuario, (vía tarifa).
Ósea, que el estado, tendría un excedente presupuestario
mientras que los usuarios de subte, tendría un déficit presupuestario.
Esto impactaría directa y negativamente en la demanda
agregada, en su componente consumo, ya que los usuarios de subte, deberán dejar
de consumir algunos productos (o en su
defecto disminuir su capacidad de ahorro), para pagar una tarifa más alta.
Para una mayor comprensión del concepto de demanda
agregada, ver nota:
Por lo cual, cuando desde la década del 30, quedo claro,
gracias a los estudios y postulados de Lord Keynes, que el remedio para la
recesión económica, es un aumento del gasto publico, que tiende a sostener o
inducir un aumento de la inversión, en un contexto de consumo que se mantiene
constante o en declive, debido a los niveles de desocupación, el jefe de
gobierno, aplica (conciente o sin serlo), medidas que podríamos decir, son de
corte antikeynesianas.
Reduce el gasto publico, y fuerza vía aumento de tarifas,
una disminución del consumo.
En suma, no son otra cosa que políticas de ajuste del
gasto, y un dato no menor, el presupuesto de la ciudad, entre 2012 y el
proyectado 2013, creció un 23,83%, en un contexto en que la economía nacional
crecerá poco mas del 2%, por ende, si según las proyecciones locales e
internacionales para el 2013, la economía Argentina crecerá alrededor de un 4%,
es probable, que el presupuesto de la ciudad, crezca en magnitud similar al
ultimo dato disponible, por lo cual, lo mas lógico seria tender a realizar
políticas expansivas, mas que contractivas, para sostener e impulsar el
crecimiento.
Otro impacto posible, es una disminución del ahorro
privado, los usuarios deben hacer frente a una tarifa más onerosa, a cambio de
un aumento en el ahorro publico.
Redistribución
inversa
Es claro que el gobierno de la ciudad, quienes
administran en la actualidad el estado, no quieren destinar parte de sus
recursos presupuestarios (los de la ciudad), a subsidiar a los usuarios del
subte.
Me parece interesante recordar que todos los gobiernos
llevan adelante la política económica de los distritos que administran, y esta,
la política económica, no es neutra.
La política económica se lleva adelante mediante el uso
de otros tres tipos políticas, la política de empleo (regulaciones del mercado
laboral, y contrataciones por parte del estado), la política monetaria, (por no
tener facultad para emitir moneda o fijar tipo de cambio), es una de las
políticas de las que los gobiernos provinciales
(y el de la ciudad), no pueden hacer uso, y por ultimo la política
fiscal, que es la que nos interesa (cobro de impuestos y aplicación de los
fondos recaudados).
Al analizar la política fiscal en términos distributivos,
es bueno considerar cual es el origen de los fondos que un estado administra, y
cual es el destino de aplicación de los mismos.
Debe quedar claro que la política fiscal, no es neutra, o
estéril, la plata que recauda el estado, alguien la pone, y a alguien le llega.
También es bueno recordar que un impuesto es distributivo
en el cobro (a quien se le cobra, cuanto y con que criterio), y distributivo en
la aplicación (a quien se subsidia, que
obras se realizan y a quien benefician en sus condiciones de vida, (salubridad, hospitales, escuela,
viviendas, asfaltos etc)).
Se dice que la política fiscal es regresiva, cuando,
ponen más y reciben menos los que menos tienen y/o ganan, y que es progresiva,
cuando ponen mas y reciben menos los que mas tienen y/o ganan.
Es así, que un principio de justicia diría que cuanto mas
progresiva una política fiscal, mejor, ya que tendería a generar una sociedad
mas justa, y tiende a corregir, los desequilibrios del sistema de mercado
imperante en el que vivimos que a su ves es el origen de todos los flagelos
sociales.
Por lo tanto, una buena pregunta seria cual es el origen
de los fondos del presupuesto de la ciudad, ya que determinaríamos si el origen
de la política fiscal (en términos municipales y nacionales, tendería a ser
progresiva).
Observando el mensaje del proyecto general de presupuesto
2013 de la ciudad:
http://www.buenosaires.gob.ar/areas/hacienda/presupuesto2013/02_proyecto_mensaje_presupuesto2013.pdf
Se puede ver que los fondos disponibles tienen 2
orígenes:
1.- Lo recaudado en la ciudad por los distintos impuestos
jurisdiccionales.-
2.- La coparticipación federal.
En la pag 19, se puede observar que el 75,23% de lo
recaudado, tiene como origen los ingresos brutos (16227.3 millones de pesos,
sobre un total de 21567.7 millones de pesos).
Cabe aclara que el impuesto a los ingresos brutos es un
impuesto que se paga sobre la facturación, es decir, lo pagan solo los que
facturan.
Siendo la ciudad de Buenos Aires, el distrito mas rico
del país, con el mayor pbi per capita, principal destino turístico del país,
con la mayor proporción dentro de su población de personas de clase media,
media alta y ricas, lugar donde están asentadas las principales empresas
multinacionales, de servicios (telefonía fija, móvil, transporte, bancos etc),
es claro, que el origen de los fondos tiende a ser progresivo.
Esto es asi, pues el principal item recaudatorio, es
ingresos brutos, y pagan mas, los que mas facturan (ya queel impuesto es, un
porcentaje de la facturación).
Si consideramos que el origen de los fondos
coparticipables que recibe la ciudad, son las retenciones a las exportaciones,
impuesto a las transacciones financieras (impuesto al cheque), impuesto a las
ganancias, iva, ganancia mínima presunta etc, es claro que dentro de lo
regresivo del sistema impositivo nacional y de la ciudad, aplicar parte del
mismo a subsidiar el transporte que utilizan principalmente trabajadores y
estudiantes, volvería mas progresiva a la política fiscal.
Por ultimo interesaría aclarar, que un problema de larga
data de nuestro país, es la irresuelta coparticipación federal, en la que la
principal provincia perjudicada es la de Buenos Aires, ya que aporta una porcentaje
mayor al PBI nacional, con respecto al porcentaje que recibe del total de
fondos coparticipables, esto la convierte en la provincia con menor monto de
fondos coparticipables per capita.
Por ende, entendiendo que
una parte considerable de los usuarios del subte, provienen del
conurbano, sostener los subsidios no solo seria redistributivo beneficiando a
los trabajadores y estudiantes, sino que operaria como una redistribución entre
la Capital Federal
y la provincia de Buenos Aires.
Mas aun entendiendo que los trabajadores que ingresan a
diario a la Capital ,
son los que con su esfuerzo y su trabajo contribuyen a que esta Ciudad, sea, la
más rica del país.
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